La guerra sucia contra el Alcalde Carlos Peña Ortiz ha sido constante desde que se postuló cómo candidato de MORENA a la alcaldía de la ciudad de Reynosa Tamaulipas, la principal molestía del partido en el poder fue que con su participación opacaria en gran medida a su candidato oficial, pues de antemano sabían de su carisma, acercamiento con la ciudadanía y don de gente cuánto estuvo al frente del DIF municipal, ganando así las elecciones porque más de 100 mil reynosenses votaron por él.

Los ataques a la familia Ortiz Domínguez han sido constantes por parte del gobierno del Estado ante el cual no se han dejado doblegar, ni cumplir los caprichos del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien siempre deseó volver tener a Reynosa ante sus pies.

Desde la llegada de la Doctora Maki Esther Domínguez al frente del municipio la ciudad ha ido cambiando para bien en infraestructura pues como lo dijo ella “El dinero ya apareció” en su mandato se realizaron inversiones millonarias nunca antes vistas, se incrementaron el número de becados, el apoyo a titulación, etc., y Carlos Peña Ortiz es el respaldo de una continuidad de un buen gobierno.

Todo aquel no esté de acuerdo o este contracorriente a las ideas o deseos del actual gobierno son enemigos o traidores y buscarán cualquier medio del aparato gubernamental para acallarlos y subyugarlos, tal y como se vio con el gran número de demandas emitidas al vapor en su mayoría contra militantes de MORENA en estas pasadas elecciones a gobernador.

Será casualidad que estás demandas se incrementaron a raíz de que el alcalde de Reynosa Carlos Peña Ortiz y la Doctora Maki Esther Domínguez dieran públicamente su apoyo y respaldo al también doctor Americo Villarreal Anaya.

Al ganar MORENA la gubernatura, arrasando de manera contundente las elecciones, el enojo se disparó y la venganza por ello fue utilizar el dinero y poder político del estado para seguir atacando a sus contrarios, cómo al alcalde Carlos Peña Ortiz.

Si Cabeza de Vaca ha podido evadir la justicia ante un desafuero apoyado por legisladores y jueces, que más no podrá hacer con tal de vengarse de quienes culpa de su derrota electoral y continuidad en el poder.

El pueblo no es tonto y ya despertó, los vientos de cambió que prometió llegaron únicamente para él, su familia y sus más allegados.